sábado, 21 de diciembre de 2013

Un clásico de estas fechas...

Mi impaciencia crónica hace que en estas fechas en mi mundo esté ya pasado papa Noel y los renos, que tenga ya hace días mis regalos no sólo comprados sino, estrenados y que este ya pensando en .... El final de este 2013 y haciendo balance de el.

Este año ha sido... Como decirlo suavemente? Completamente insatisfactorio y decepcionante ? Tedioso y rutinario ? Aburrido y recurrente ? Ya veis que a estas alturas el vaso esta medio vacío y ... Lo que queda es vino blanco de rueda, al que me he aficionado recientemente. A destacar, sería el verano lleno de cenas , amigos y sol. El otoño de viajes , reencuentro con Portugal y Florencia querida y ... Que me mantengo delgada gracias a la práctica diaria de ironía y sarcasmo. 


Como el balance no sale positivo, vamos a pasar al capítulo propósitos de año nuevo. Bien sabéis que me gustan las listas y que soy buenísima incumpliendolas  y auto indulgente con dichos incumplimientos ...

Scripta manet, verba volant ... Así que lo escribiré y os pongo por testigos :
Quisiera cumplir algunos de los propósitos que llevo arrastrando hace ya tiempo.
De lo del gimnasio ya paso, ahora quiero aprender otro idioma, he pensado en el " idoma que hablan los hombres " no se sí lo imparten en la universidad pero , definitivamente lo encuentro de vital importancia.
Ir a Portugal más a menudo. Visitar Guatemala y aprender chapin de Ronald y Andrea. 
Pasar más tiempo de calidad con mis hijos. 
Comer carne, ( admito que este propósito tiene un sentido obvio y algún otro implícito )
Controlar mi ira, mi furia y mi mala leche , sería de agradecer que la gente que desata mi ira, mi furia y mi mala leche se mantuvieran a una distancia prudencial de mi. 
Hablar menos,.... puf ! 
Hacer un curso de escritura creativa que me lleve a escribir de forma digna y el 31 de diciembre de 2014 incluir ... Escribir una novela entre mis propósitos de año nuevo. 
Aprender a desoír cantos de sirena y a no ver espejismos en desiertos varios. 
Saber decir que no , que no , no ! Ni lo sueñes , no quiero , quizás .. Bueeeenooo, vaaaaleeee  .. Lo haré ! Lo haré encantada, claro !!! ( esto va a costar) 
Alguna cosa más como dejar de llamar a mis padres Lucifer y Satán y usar sus nombres de pila. Bah ! Pequeñeces ... Lo
Importante ya esta dicho. 

jueves, 12 de diciembre de 2013

De idas y vueltas...

Lo que me gusta de las palabras es justo lo que me disgusta de la gente que las usa ... La versatilidad, la ausencia de sentidos unívocos, el enorme margen a la interpretación y la vaguedad. 

Yo que amo las palabras ,me gusta usarlas con la precisión  de un cirujano, el mimo de un artesano y el cuidado de una madre. Sobre todo al escribirlas, las pienso y las elijo con el máximo de los cuidados.

Hay gente en cambio que disfruta con los giros inesperados y con los dobles sentidos. Dejando a su interlocutor la tarea de descifrar con bola de cristal en mano , que querrá decir en verdad.

Aún si uno podría pensar que palabras como "guía, faro o estrella " dedicada a una persona son señal de respeto, de reconocimiento y de franca admiración ... Y las frases como " me alegrara tu vuelta y tengo ganas de verte " llevarían a pensar que alguien esperaría al menos media vida en una estación de trenes cualquiera para recibir el abrazo de alguien largamente esperado. He descubierto que no, que en realidad esas palabras pueden ser sólo aire que sale de los pulmones de alguien y llenan dos segundos un espacio más vacío que ellas mismas ... 

Su señoría, es una de estas personas.. Espadachín de las palabras, torero de los sentimientos... Ha esquivado con elegancia y soltura cada uno de mis envites, cada uno de mis cumplidos y cada una de mis puyas. 
Me ha dejado bailando sola pero nunca apago la música. Temiendo sin duda perder a su mejor fan a su más fiel sirvienta. Entre tanta cal y arena, su señoría ha seguido con su vida. Ha curado repentinamente su alma de heridas pasadas y la ha puesto  de nuevo en el mercado. 

No puedo evitar pensar que mis mimos, mis cuidados y mis atenciones han tenido algo que ver en esta curación. Me congratulo por ello.

De estos meses de mutuo conocimiento debería haber aprendido que su señoría es pragmático, que sólo si algo sirve permanece y que no hay espacio en su alma para " objetos ya usados " . La princesa que ocupe el trono de la antigua princesa debería saber que, su señoría  no muestra sus sentimientos, hay un muro infranqueable. Seguramente haya espacio para la ternura, pero es una faceta que su señoría nunca mostrara  conmigo. 

 Pronto a sacar a relucir lo poco que se de el y lo osada que soy al aventurar juicios sobre lo que su señoría piensa o siente , Simplemente podría su merced haber confirmado o desmentido.... Hubiera sido mucho más revelador. La bola de cristal no siempre funciona. 

Debo decir que no ha devuelto ni la enésima parte del cariño que yo le he profesado. Deudas quedan, una comida preparada por el , un abrazo largo que sepa a abrazo y un regalo . Siempre me sorprendió al decir que yo era alguien especial su forma de demostrarlo ha sido siempre un misterio . Las ecuaciones de su señoría no son las mismas que las del resto de los mortales. 
Negando que en su vida sea necesario el amor y las relaciones se aboca precipitadamente a la próxima y pareciendo que sabe exactamente lo que hace con su vida cambia de idea constantemente. Ya no es mi problema, no soy más el pepito grillo de un Pinocho que se cree Capitán Garfio. 

sábado, 7 de diciembre de 2013

De ventolín y abanicos

Si cierro los ojos aún puedo verla sentada en su butacón al que la había relegado su asma crónico , rodeada de inhaladores de ventolín y de abanicos . Sencillamente  vestida y con gafas de carey ahumadas, nunca llevaba pendientes, ni se pintaba las uñas debido a una promesa que hizo antes de nacer yo. Su únicas alhaja , como ella las llamaba eran dos grandes pulseras de oro rígidas que su padre le regalo cuando se fue de su Marruecos natal ,
Tintineaban cada vez que movia las manos y jamás se las quitaba

Mi abuela Lucía, de la que heredé mi nombre era una señora de la vieja escuela . No creo que nunca la viera cocinar pero sabía, decía que para saber mandar algo, primero hay que saber hacerlo. De ella aprendí que una señorita siempre deja algo en el plato por dos motivos , que el anfitrión no piense que puso comida de menos y porque las señoritas no tienen nunca tanto apetito. El decálogo de buenas maneras era siempre muy tenido en cuenta ya que para mi abuela el mayor de los pecados de una mujer era ser mal educada, ser fea se podía perdonar, ser grosera nunca. 

Al llegar a su casa cada domingo ,
me pedía que me sentara a su lado y le narrara con todo lujo de detalles cuanto había hecho en esos días. Decía que era una contadora de cuentos nata y que mi carácter y mi buena disposición me abrirían cualquier puerta. 

Nunca fue cariñosa ni afectiva de
Forma manifiesta. Le agobiaban los besos y los abrazos en exceso pero
Encontró cientos de modos para transmitir cariño y afecto a los que la rodeaban. No le gustaban los perros y no le gustaban los niños. Elementos que distorsionaban su mundo de paz. Le gustábamos sus nietos, pero nunca nos trató como a niños, nos hablaba de cualquier cosa y no usaba un lenguaje almibarado con nosotros.

En su matrimonio siempre se mantuvo en un segundo plano , dejaba que mi abuelo brillara en medio del escenario pero todos sabían quien entre bambalinas movía los hilos. Mi abuelo nunca daba un paso sin consultar su opinión pero
Mi abuela dejaba que creyera que era el y sólo el, el capitán de ese barco. Odiaba  hablar de política, odiaba el humo de los cigarrillos que mi desconsiderada familia fumaba siempre a su alrededor. No especialmente habladora, pero muy sociable.

 En Navidad simplemente perdían la cabeza, los preparativos comenzaban en noviembre. Listas infinitas de cosas que comprar, comida de todo tipo y adornos por doquier. Y cada año mi abuela se ocupaba de que se comprara  una tableta de chocolate de la que sólo podíamos comer mi abuelo y yo . Era nuestro especial de Navidad.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Palabras cruzadas ....

Corría el año 1796, bajo el reinado de Carlos IV España se preparaba para iniciar formalmente la guerra que de forma encarnizada se libraba ya, en aguas del Atlántico. Las rutas comerciales establecidas entre el nuevo mundo apenas descubierto y la madre patria peligraban bajo la amenaza de los
Piratas ingleses. Lo que embajadores y emisarios no pudieron resolver , se resolvía a cañonazos, en abordajes y saqueos . Su majestad concedió autorizaciones y títulos a delincuentes y marineros de dudoso honor convirtiéndolos a base de patentes de corso en adalides de la seguridad y de la justicia españolas en mitad del océano.     

martes, 3 de diciembre de 2013

Su señoría


Su señoría camina por el mundo sin saber cuanto tiene de extraordinario como ser humano. Elegantemente humilde,  ocasionalmente arrogante. 
Lo que tiene de encanto proviene de su carácter tosco y con espinas pero que se intuye tierno y edulcorado en el fondo . Como un buen " ristretto " , entrada amarga, fondo cálido y sutil.

Aunque hace tiempo que nos conocimos y hemos quemado horas y horas de charlas, cada día descubro algún matiz diferente en su personalidad que me sorprende, generalmente para bien. Debo admitir que nunca espere tanto contenido de un atractivo continente. 

Su señoría es un conversador nato, un interlocutor educado y entretenido. Bien humorado que no es poco y disponible . Aunque cree ser parco en palabras esta lleno de ellas, nunca son desperdiciadas, su señoría sabe la importancia de las mismas. 

Su señoría llena hasta el último minuto de sus días, demasiado tiempo libre le haría pensar en aquello que le falta ... Aquello que ansía  y desea su alma humana. Cierto miedo a la intimidad, a ser conocido y por tanto vulnerable hace que  ponga una línea invisible pero muy patente entre su intimidad y los demás .  Pero su señoría aún no entiende cuanta gente le vela y le guarda. Cuantos amigos ha cosechado y cuantas voluntades ha doblegado, cuantos le admiramos. 

Compartimos un respeto mutuo y la certeza de que somos personas peculiares con todo lo bueno y lo malo que eso implica . 
Nadie gana sin merecerlo en mi léxico el calificativo de " Your honor " , se lo han proporcionado su paciencia, su inteligencia, su honestidad y su buena disposición.

 El título lleva aparejado todo mi cariño y mi estima. 

As you wish ... Your honor 




Recuerdos vivos

Por más que intente dejar algo a foto fija en mi cerebro ,las cosas están en permanente cambio. Hasta los recuerdos  supuestamente estancos e inmutables sufren retoques y lo que fue a color empieza a tomar tonos apergaminados. Florencia una vez más, aquí estoy con la bistecca alla fiorentina, con el duomo, con los cafés y las pizzerías. 
El escenario es el que es y quizás soy yo la que ha cambiado en este tiempo sin vernos. 
Mientras camino arriba y abajo lo nuevo se mezcla con lo viejo. Y le cuento a estas calles tan queridas que ha sido de mi vida. 

Cada día desde mi última visita he echado de menos el cappuccino de la mañana y el olor a succo di pomodoro a la hora de la comida, encontrar el periódico rosa del deporte en cualquier bar. Cada día me ha faltado escuchar a los fiorentinos enfrascados en conversaciones de calcio  y cada día al doblar cualquier esquina esperaba encontrar algo mínimamente parecido a la majestuosidad de palazzo vecchio. 

En este tiempo he crecido, en muchos aspectos. Hice las paces con mi ciudad habitual , le he perdonado no ser Florencia y le he agradecido sus horas de sol ,  su clima agradable que propicia reuniones interminables de amigos, ser el  decorado de los juegos de mi hijo pequeño  y el entorno perfecto de bicicletas y novias para mi hijo mayor.   Me he sorprendido a mi misma enamorándome , hacia ya tanto  que no me sucedía ,que pensé que simplemente  era imposible.... Y después de eso, toco desenamorarse. Debo confesar que no se me da nada bien...

He reflexionado sobre lo divino y lo humano intentando tomar decisiones para mi futuro . Florencia siempre estaba ahí, silenciosa y altiva, lejana pero presente. 

La relación con esta ciudad es la más larga que he tenido en los últimos años , la más sana y más productiva. Aunque la intermitencia la ha caracterizado, tenemos la certeza que cada tiempo compartido será siempre grato . Inevitable sonreír a toda hora estando en su compañía, divertirse y sentirse feliz . Cuando estamos lejos nos pensamos mutuamente y siempre que vuelvo retomamos " lo nuestro " como sí no hubiera estado lejos...