lunes, 29 de diciembre de 2014

Días negros

El día de ayer entre festivos y vacaciones,
Es un día para cancelar del calendario del año próximo o como mucho marcarlo en negro. Lo malo que tiene la costumbre es que, hace leyes y después de haber perdido la cuenta de las veces que me ha hecho reír y que me ha oído llorar , de que durante largos periodos de tiempo mi cordura haya pendido de un hilo enganchado a sus manos y de que le haya querido y tratado como a un hermano, se ha ido de mi vida.
Los ultimatums son siempre peligrosos pero a veces necesarios para hacer reaccionar a alguien, yo soy de ultimatums, casi todos con un final infeliz. 
Dices a alguien, hasta aquí , esto no lo aguanto ya porque, hace daño el desinterés y la desidia, porque invita a pensar que no soy importante para ti, ni necesaria y .... Voila! Es que no era importante ni necesaria. Si en un mes largo , no ha encontrado el momento de llamarme, de buscarme o de hablar de mi ultimátum, si su felicitación navideña consistió en un mensaje prefrabricado mandado a todos sus contactos, es que no soy necesaria y si ayer, al cruzarnos  de forma casual su educación le llevo a levantar la cabeza como todo saludo , es que NO, no soy necesaria.
Las costumbres igual que la idolatría hacen leyes de barro,ídolos de barro. Crean espejismos de amistad y de permanencia. Que tonta soy si a esta altura del partido no he aprendido aun que, nada se destruye, pero todo cambia.

Intento no hacer un drama del hecho, le deseo lo mejor de lo mejor. Es una buena persona, un fantástico compañero y hasta ayer, fue el mejor de los amigos.

Feliz Navidad y el mejor de los años nuevos Sergio.



lunes, 8 de diciembre de 2014

El padre de Alejandro

He escrito en el pasado algunas veces sobre personas que admiro, amigos queridos que de un modo u otro han influido sobre mi carácter. Es raro, sin embargo que este escribiendo ahora sobre alguien que no conozco en persona. Pero, lo que es aun mas raro es que quiera escribir sobre él solo por el modo en que su hijo me cuenta de su carácter y de sus consejos. 
Espero francamente como madre y como educadora calar a mis hijos en un modo similar. 
No creo que Alejandro sepa que se le ilumina la cara cuando habla de su padre , curiosamente no le refiere como un padre cariñoso o almibarado, muy al contrario resalta siempre la rectitud y la severidad en que ha sido educado, cosas que nada tienen de malo si dan como resultado un hombre de la talla de mi caballero. Habla de él como  su ejemplo, como la sencillez , la bondad de aquellos que no se creen buenos ni presumen de serlo, como se habla de los hombres que se han creado a si mismos, los trabajadores con tesón que empezando desde abajo llegaron a lo mas alto, un hombre tosco pero con fondo amable y de esa gente del norte de la que mi amiga Laura diría, tardan en quererte pero cuando eso sucede, es para toda la vida. 
Cuando conocí a Alejandro , su seguridad y su honestidad fueron harto evidentes, su abrumadora franqueza propia de la gente  de bien, sin artificios ... Todo lo que se ve es todo lo que hay. 

Ya en la primera cita habló de su padre , contó una o dos anécdotas siempre divertidas y cuando hablamos de futuro dijo " como mi padre dice, después del uno viene el dos y después del dos ... El tres " .
No es maravilloso  el modo en que algunas personas saben simplificar las cosas ? Creo de veras que es un arte, casi una magia ... Ante personas así , yo me repliego, callo y escucho , porque la tendencia natural de mi cerebro es enrevesar hasta lo mas sencillo y desenredar ese ovillo de pensamientos es muy difícil para mi. Pero , llegan ellos y  dicen " lo que no suma , solo puede restar ..." 
Y así es , cualquier cosa en tu vida que no aporta , que no " presta " que no sirve, solo puede ser un lastre del que hay que desembarazarse rápidamente. 

Escribo poco últimamente, algunos amigos preguntan porque y la respuesta es tan simple como los consejos del padre de Alejandro.. Esta siendo una etapa dulce, sin ovillos mentales, hemos pasado de uno al dos y ... El me suma , así que no quiero restarle de mi vida. 

Espero, un día, tener el placer de conocer al caballero en cuestión, haré el esfuerzo de tutearle y no esperare cumplidos superfluos o lisonjeros. Desearía solo que el supiera que he llegado a apreciarle y a admirarle desde el primer día que tuve la suerte de compartir un café con su hijo mayor.