jueves, 9 de mayo de 2013

Un artista nace o se hace ...?

Durante mi larga estancia en Florencia he tenido la suerte de relacionarme de uno u otro modo con el arte y he aprendido a valorar y a entender el proceso creativo como tal y la obra como culminación del mismo. He sido modelo ocasional y tengo el honor de contar entre mis amigos a algunos de los talentos artísticos más emergentes del panorama.

Uno de estos queridos amigos el pintor Jordi Díaz Alama se embarca ahora en un proyecto académico que viene a llenar el hueco que en España tenía la enseñanza de las artes plásticas. Es sorprendente que así fuera porque, históricamente España había sido cuna de pintores que han marcado épocas. Su propuesta se llama Barcelona Academy of art y comienza andadura el próximo 19 de septiembre. Lo que Jordi y su joven equipo de profesores postulan  es simple, un artista no necesita solamente talento , sino una formación que a la antigua usanza convierta su trabajo en un oficio.

Jordi como director de la Barcelona Academy of art propone a los  estudiantes una formación basada en los criterios clásico realistas que Miguel Ángel y otros de sus contemporáneos instauraron en el Renacimiento. Los estudiantes haran un recorrido a través del dibujo , de la pintura y de la escultura, recibiran una  formación global en artes plásticas, dibujo a lápiz , carboncillo,más tarde óleos con temática paisajista o de naturaleza muerta, sin perder nunca de vista el estudio de la figura humana al natural. Pero el programa no sólo consiste en clases y sesiones de estudio, los alumnos disfrutarán también de charlas , meetings y seminarios sobre arte. La escuela será un marco para poner en común sus inquietudes artísticas y abrir discusiones sobre temáticas variadas.

Y es que no hay que olvidar la parte social del proyecto, los profesores son a la vez mentores que guiarán a los alumnos a través de este viaje que con las técnicas y enseñanzas de los clásicos ,formará a los artistas del futuro.

Estoy impaciente por visitar el fantástico espacio que el Museo Europeo de Barcelona ha puesto a su disposición. Que mejor marco para una escuela única en su género y que ilusiona tanto a su fundador como a aquellos que le apreciamos y que conocemos su pasión y su dedicación a este proyecto.