No soy una persona de esas que esperan un montón de regalos para su cumpleaños, de hecho suelo recibir bastante pocos, si a regalos nos referimos a batas de estar en casa, perfumes, marcos de fotos y todas esas cosas que uno suele recibir en su cumpleaños y que aunque tú nunca te las comprarías las acabas usando porque te las regaló quien te las regaló. Para mí el mejor regalo es una buena cena con mis mejores amigos, un mensaje de felicitación por el facebook de alguien a quien no puedes ver lo a menudo que tú quisieras o una llamada de esa amiga que canta peor que Tamara (Yurena o como coños se llame ahora) cantándote el "cumpleaños feliz" en un inglés ininteligible. Y es que yo siempre he podido presumir de poder tener buenos amigos que SIEMPRE me felicitan el día de mi cumpleaños aunque no me regalen una bata de estar en casa o un marco de fotos, porque al fin y al cabo el marco acabaría en un cajón y batas ya tengo dos horrendas que mi madre me regaló en Reyes. Como consecuencia de mi poco interés por los regalos en general, ya sean de cumpleaños, Reyes o Papá Noel, tampoco soy una persona a la que le guste regalar, o más bien, hablando con propiedad, que regale. Y no por tacaña sino por olvidadiza. Y es que igual que no pienso días antes en los regalos que me van a hacer tampoco pienso días antes en los regalos que yo voy a hacer.
Esta mañana me he levantado pensando en qué le podría regalar a mi amiga Lu por su cumpleaños, y he llegado a la conclusión de que cualquier regalo que le hiciese acabaría en un cajón, porque difícilmente ella se pondría algo que yo le pudiese regalar, y básicamente porque Lu tiene todo. Sí, Lu es de esas personas que todo lo que quiere lo tiene, y si no lo tiene es porque no lo quiere. Mi Lu va por la vida como un elefante en una cacharrería, coge todo lo que quiere sin pedirlo y sin ni siquiera escuchar las voces a su alrededor que le dicen "no lo cojas que es venenoso". Y luego pasa lo que pasa, que como se suele decir la curiosidad mató al gato. Pero Lu hace de tripas corazón y vuelve a resurgir de sus cenizas como el ave Fénix, sin perder la compostura y sin despeinarse ni un pelo. Porque otra cosa no, pero mi Lu siempre sale de casa divina de la muerte, aunque se haya pasado tres días sin dormir y llorando a moco tendido porque el cabrón de su novio la ha dejado.
Lu es de esas personas con las que nunca consigo coincidir en el espacio ni en el tiempo, y es que la muy estresada vida de una y la muy ociosa vida de la otra hacen difícil esa coincidencia espaciotemporal, pero no pasan más de tres días que no tenga noticias de ella, siempre consigo saber de su existencia por cualquier vía cibernáutica. Lu es otra drama queen, en sus intervenciones de facebook siempre hay algún toque melodramático, cada dos por tres descubres que su vida va a dar un cambio de 180 grados o que tras una dura reflexión ha decidido encauzar su vida. Y tú lees esas cosas y piensas que se va a Nepal a meditar o a una ONG en el Sáhara, y no!!!!!!! Ha decidido dejar de usar falta y va a guardarlas todas en el arcón del trastero!!!!!!!! Porque tirarlas no, ella siempre se cubre las espaldas, no vaya a ser que se arrepienta... y es que ella se conoce mejor que nadie. A muchos les puede parecer que es una inconsciente, que no piensa las cosas con detenimiento, ¿pero es que pensarlo todo con detenimiento asegura el éxito de nuestras decisiones? Pensar demasiado requiere demasiado tiempo, y eso es algo de lo que Lu no dispone. Su agenda es más apretada que la de Obama, siempre tiene algo que hacer y alguien con quien hacerlo, y si no a lo largo del día lo encuentra.
¿Qué regalarle a Lu para su cumpleaños? Pues quizás podría regalarle unas comas, que digo yo que si no las pone a lo mejor es porque no las tiene. O unas tetas, pero es que creo que son como los billetes de Ryanair, "non changeable and non refundable". Así que ya que no puedo regalarte algo que realmente desees y que no vayas a meter en un cajón te regalo este pedacito de mi tiempo, estos cuarenta y cinco minutos en los que sólo he pensado en ti y he vivido para ti. Te regalo un espacio en mi mente, en mi vida, en mi corazón y en mi facebook, te regalo mis oraciones nocturnas y te regalo un lugar en mis pensamientos diarios. Te regalo mi amistad.