La verdad es que todo lo ha desencadenado una mosca . Entró en casa una mañana y a mi no me gustó , intenté echarla varias veces , con todos los medios a mi alcance. Dos dias más tarde seguia ahi ,revoloteando a mi alrededor y empezó a reconfortarme su compañia .No le hacia mucho caso, pero .....sabia que estaba cerca . Después de eso cuando no estaba en casa ,pensaba si habria escapado por una ventana y al llegar y comprobar que aun estaba alli , me sentia tranquila . Un dia se fue ,y sólo al marcharse , me di cuenta que la necesitaba para estar bien ,para que todo discurriera con normalidad .
Si ese diminuto e insignificante animal puede cambiar mi rutina y trastocar mi adorada tranquilidad no quiero ni imaginar lo que seria capaz de hacer él ,si le dejara entrar . Suerte que él no quiere ,porque tampoco necesita que yo sea la brisa que entra por la ventana y revuelve todos los paples de la mesa . Y yo más que brisa tiendo a ser viento huracanado.
Por eso ,porque yo lo valgo ,decido que más vale sola que" no bien "acompañada , que si yo pongo el caviar ,quiero que el traiga champán y que si hay que brindar con sidra ,no me quedo a la fiesta , la mosca y yo , nos vamos !
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